Resumen
Los profesionales sanitarios deben respetar el derecho a la intimidad y confidencialidad de los pacientes. Diversas normas obligan a ello, pero se debe hacer sobre todo porque permitirá gozar de su confianza y conseguir una mejor atención. La realidad, con su ajetreo y carga de trabajo, puede hacer peligrar este derecho. Para evitarlo se tiene que reflexionar sobre los problemas que surgen en el día a día y conseguir evitar las situaciones que generan riesgos para el secreto profesional. La mayor ayuda es tener este deber interiorizado y normalizado en la actuación de los profesionales sanitarios, tanto en su faceta individual como en los equipos multidisciplinares. Y para ello se ofrecen en el documento algunas situaciones frecuentes en el día a día y algunos consejos prácticos aplicables a esas situaciones: el uso de documentación escrita o electrónica, la relación con los familiares del paciente, las llamadas telefónicas y la petición de cita, la docencia, la investigación, las relaciones con la justicia y la especial situación del deber de secreto respecto de otros profesionales sanitarios.
Palabras clave
Enfermos,Derechos del usuario,Atención sanitaria,Personal sanitario,Bioética,Confidencialidad,Concepto,Calidad de la atención,Deontología,Normativa,Recomendaciones